Capítulo 8: Difícil despertar

La luz le alumbraba la cara. Largo aún no era capaz de abrir los ojos. El dolor de cabeza era insoportable y el estómago le daba más vueltas que el tambor de una lavadora.
"Buaj... no puedo más... quiero morirme... quién diablos me mandaría beber tanto anoche??!!"
Trató de coger una posición más cómoda. Giró sobre sí mismo y orientó su cuerpo hacia el otro lado de la cama.
- Buenos días amor- Largo abrazó a la persona que yacía a su lado y empezó a susurrarle al oído. - Qué tal has dormido, Celia?
- Argh... aún no! es muy temprano, Maggie! Además, tengo resaca! - La voz no le resultó ni mucho menos angelical ni melódica.
"Quién demonios..." Al abrir los ojos descubrió que quien tenía a su lado era un hombre con barba de 2 días, con el mismo aspecto de destrozado que él mismo. "Joder!, otra vez no!"
Aún recordaba el día que se levantó acompañado por un fornido marinero filipino. Nunca supo qué había ocurrido realmente aquella noche hacía 2 años, pero el hecho de que el alcohol hubiese ocupado gran parte de sus venas y su cerebro nunca le había llegado a transmitir ningún tipo de tranquilidad.
Largo esperó a poder ver con algo más de claridad mientras pensaba en cómo podía haber ocurrido. "Joder... voy a tener que plantearme seriamente el dejar la bebida... Celia me va a acabar matando..."
Al fijarse un poco más detenidamente en quién era el sujeto que estaba tumbado a su lado descubrió que le resultaba familiar. "Buf, al menos es conocido."
- Maggie... tráeme un vaso de agua, anda.. que tengo sed...
- Maggie?, Landros, eres tú?
- Claro... joder, qué pasa que te acuestas con un tío diferente a cada noche o qué? - Landros se giró alterado y al abrir los ojos se dio cuenta de que la persona con la que hablaba no era lo que esperaba encontrarse. - AAAAAAAAAAAAAAAH!
El impacto causado por la imagen hizo que ambos cayeran de la cama. A pesar del esfuerzo que realizaron por impedir que ocurriera, los dos comenzaron a vomitar de forma descontrolada.
- JODER!, qué cojones hicimos anoche Landros?? - Largo estaba ya a punto de perder el poco color que le quedaba.
- Nada tío! si sólo estuvimos bebiendo cerveza, whisky y aguardiente de mi pueblo hasta que... ya no me acuerdo de nada...
- Dios, colega... eres repugnante tío!
- Yo??!!, pero serás hijo de puta!!!, tú eres el capullo con tendencias homosexuales! cómo cojones se te ocurre culparme a mí??!!
- Tendencias homosexuales?, pero... jodido mamón! eres gilipollas o qué??!! soy más macho que Austin Powers!
Con un fuerte golpe la puerta de la habitación se abrió y por ella entraron Maggie y Celia.
- Qué leches os pasa??!! - Celia tenía pinta de haberse levantado hacía menos de un minuto, al igual que Maggie, la cual no era capaz de articular palabra aún. - Son las 8 y media de la mañana! A qué viene tanto grito??!!
- Landros me ha violado... - La cara de Largo empeoraba por momentos, hasta el punto de no poder aguantar más. Girándose hacia la ventana se levantó a toda velocidad y asomando la cabeza comenzó a expulsar todos sus males del interior de su estómago.
- Imbécil! Nadie ha violado a nadie! - Maggie ya había logrado despertar de su trance mañanero y se disponía ahora a abofetear a Landros - Ayer estábais tan borrachos que decidimos meteros en la misma cama para que no nos vomitárais encima mientras dormíamos!
- Ah... pero entonces...?
- Entonces nada! Llevábais en estado catatónico desde que llegamos a casa!
- En serio? - Landros parecía estar mucho más tranquilo ahora, al igual que su amigo Largo, que había vuelto a meter la cabeza en la habitación y mostraba una amplia sonrisa.
- Por si no lo sabéis, Johnny también ha dormido aquí, su estado era el mismo que el vuestro. Su novia tuvo que volver a casa anoche, asíque está él solo.
- Pero si sólo tenemos dos camas en la casa, dónde ha dormido?
- Le dijimos de dormir en el sofá. Imagino que seguirá ahí.
Tras unos segundos en silencio Landros y Largo se decidieron a hacerle una visita a Johnny para ver qué tal se encontraba. Sin embargo, por alguna extraña razón, Johnny no estaba en el salón.
- Aquí no está. Estáis seguras de que vino con nosotros?
- Sí. Nosotras no bebimos, asíque ten por seguro de que sabemos de qué hablamos. - Celia estaba algo molesta por el hecho de que Largo dudara de su criterio.
- Vale, vale, pero aquí no está.
Maggie mientras tanto había ido a lavarse las manos al baño. Mientras cantaba felizmente, un horrible ruido proveniente de la bañera la asustó de tal forma que a punto estuvo de tropezar con la taza del wáter.
- Jesús!
- Maggie! estás bien??!! - Landros y Celia se precipitaron hacia el baño para acudir en ayuda de Maggie, quien estaba ahora sentada sobre la taza con la mirada puesta en la bañera.
- Joder... está ahí...
Johnny estaba tumbado de forma incómoda en el interior de la bañera. Estaba roncando fuertemente y parecía no percatarse de la situación.
- Dejadle dormir, cuando despierte ya hablaremos todos. - Celia sabía que la posición en la que Johnny estaba tumbado no era, para nada, buena para su espalda, pero sabían que sería imposible despertarle para que se saliera de allí.
Largo había vuelto a dormirse, esta vez sobre el sofá. Landros optó por volver a acostarse también, al igual que Celia y Maggie, quienes en el fondo eran las dos que más necesitaban dormir de aquel grupo.
- Nos veremos en unas horas. Israel y José Miguel van a pasarse luego a tomar café, asíque sería oportuno que hasta las 12.00 estuviérais todos activos. Poneros el despertador. - Después de terminar la frase y percatarse de que ya nadie la escuchaba Celia resopló y volvió a tumbarse en la cama.
"Menuda panda..."