jueves, 8 de febrero de 2007

Capítulo 11: El camión de la basura

Varios golpes en la puerta acompañados por gritos de diversos tipos hicieron que Banyo despertara de su dulce sueño. "Joder, ahora que estaba a punto de matarla... siempre me joden la mejor parte..."
Levantándose de la cama y abriendo las cortinas Banyo comenzó a gritar:
- Ya voy! Ya voy!
Los golpes no cesaban. No parecía que el sujeto hubiese escuchado los gritos desesperados de Banyo.
- Joder! QUE YA VOY!! - Con las ojeras aún muy marcadas y sin haberse puesto nada de ropa, aparte de la interior, Banyo se dirigió hacia la puerta de su piso.
Al abrir Jack entró en su casa sin siquiera haberle saludado. Acto seguido se sentó sobre el sofá.
- Hola Banyo, espero que no te importe que me fume un cigarro. - Sacando el paquete de tabaco de su bolsillo comenzó a encenderse uno.
- Hola Jack... - Banyo trataba de despejarse un poco. - Dame uno a mí también.
Jack sacó otro cigarro y se lo entregó a Banyo junto con su mechero. Antes de encenderse el cigarro Banyo observó detenidamente el mechero. Era un zippo de plata con el símbolo de Harley Davidson en un lado y la imagen de una mujer desnuda en el otro lado.
- Es bonito. Me gusta.
- Lo sé. Ésa es la razón por la cual es mío... es bonito, ya sabes... cada oveja con su pareja.
- Ya. Imagino que te calentará por las noches. - En el rostro de Banyo se dibujó una malévola sonrisa.
Jack le miró con cara de no haberle hecho mucha gracia y tras un largo silencio contestó:
- Enciéndete el cigarro y cállate.
Banyo terminó de encenderse el cigarro y le devolvió el zippo.
- Qué tal te lo pasaste ayer en el concierto?
- Banyo, eres gilipollas?... Me perdí la mitad por culpa del puto portugués.
- Ah, es verdad... pues estuvo genial.
La cara de Jack cambió el gesto de repente. Ahora estaba sonriendo.
- Debería matarte, pero en el fondo me caes bien. Tienes suerte, Banyo.
- Quieres tomar algo?
- Un café cortado con algo de azúcar.
- No, Jack. Me refería a ron o algo similar.
- Banyo, son las 12.37. El día acaba de empezar para tí.
- Correcto. Y?
- Pues... bueno, haz lo que quieras... a mí ponme lo que te he dicho.
Mientras se dirigía a la cocina Banyo pasó por su minibar y agarró una botella de ron. Brugal. Dándole un beso se la llevo a la cocina también.
- Jack, qué sabes del resto?
- Ahora les llamamos, así ya vemos qué plan hay.
- Plan? tío... no creo que sepas de quiénes estoy hablando...
- Es una forma de hablar, cuando digo "qué plan hay" quiero decir "dónde queréis podriros hoy".
Banyo le echaba unos hielos a su copa al tiempo en que colocaba la taza de café, una cuchara y el azúcar sobre una pequeña bandeja.
Al volver al salón situó la bandeja delante de Jack y comenzó a darle sorbos a su vaso de Brugal on the rocks.
- Bueno, al final qué hiciste con Simao?
- Lo llevaron al hospital, colega. Y toda la policía ahí controlándole.
- Pero no me dijiste que se escapó?
- Sí, pero la policía estaba ahí. Tuve que improvisar algo para conseguir que huyera. El médico resultó fácil... bastó con bajarme los pantalones y mostrarle mis genitales. El tío me había dicho que convenía hacer controles de ese tipo regularmente, te puedes creer?
- Euhm... sí, me lo creo. Deberías tener cuidado dónde te metes - Un ligero gesto de asco podía apreciarse en la cara de Banyo. - Por qué buscaban a Simao esta vez?
- Por lo de siempre... Tráfico de drogas, robo a mano armada, homicidio en primer y segundo grado... nada nuevo... Ah! Por acoso y violación de menores también tenía cargos.
- Eso tampoco es nada nuevo... o esta vez eran hombres?
- No, joder. Niñas.
- Pero niñas te refieres a...
- Entre catorce y diecisiete años, sí.
- Ah vale... me lo esperaba peor.
- Tronco, que es pedófilo, pero tampoco es tan bruto.
- Coño, recuerda que hay gente en nuestro grupo a la que le da morbo eso de trincar con menores de trece.
- Sí, pero sólo son dos.
- Suficientes.
Banyo se acabó su copa y Jack se encendió otro cigarro tras terminarse el café.
- Bueno, pero entonces le siguen buscando, no? - Banyo miraba por la ventana del salón.
- Sí, claro. Le caerán cosa de 32 años... o... no, espera... creo recordar que me dijo que era cadena perpétua.
- Bueno. Sabes si dan pasta por entregarle?
- No... vamos, quiero decir... no sé. Supongo que no.
- Bueno, no importa. Vámonos.
Jack le dio el último tiro a su cigarro y se levantó del sofá. Mientras Banyo se cambiaba, Jack se puso a hojear unas revistas que su amigo tenía debajo de la mesa del salón. "Por Dios... Hogar... Saber vivir... Bricolaje... Un manitas en casa... dónde cojones guardará sus revistas porno?"
Volvió a depositar las revistas debajo de la mesa y esperó hasta que Banyo saliese del baño.
- Tienes todo?
- Sí, vámonos. - Banyo se cerraba el abrigo mientras se dirigía hacia la puerta.
Después de cerrar la puerta con llave comenzaron a bajar las escaleras del edificio.
- Mierda, se me ha olvidado bajar la basura, tronco.
- Da igual, lo haces esta noche.
- No, no. Lo digo porque está ahí el camión de la basura. Bueno, ya da igual.
El camión frenó bruscamente y los componentes del mismo salieron a recoger los restos de uno de los callejones cercanos.
- Venga. Deja tus pensamientos obscenos para luego. - Jack empezó a andar hacia su coche. - Espero que uses preservativo cuando le des caña a los machos de la basura.
- Jack... mi pene, a diferencia del tuyo, siempre ha respetado la ley de sanidad. Nunca ha sido introducido en orificios de salida de desechos naturales.
- Claro. Yo no digo lo contrario. Pero te has fijado bien? - Señalando al conductor del camión Jack comenzó a reírse. - Por cierto, yo también respeto las leyes de sanidad. Sin embargo paso controles más estrictos.
Banyo se fijó en lo que su amigo le estaba señalando.
- Qué pasa? No entiendo lo que me quieres decir. Es un hombre. Encima es feo y mazo de grande.
- No, Banyo. Vuelve a mirar.
Banyo observó con más atención y analizando el sujeto que ahora estaba recogiendo los contenedores comprendió lo que Jack quería decirle.
- Joder! Jack, es una mujer!
- Eso dicen.
Abriendo la puerta de su coche Jack le echó una última mirada al camión de la basura y rompió a reír a carcajadas.

1 comentario:

Arturo Orgaz Casado dijo...

¿Dos pedófilos en la panda...? Ismael vale, pero, ¿quién es el otro...? Y el basurero/a no será en realidad un androide del tipo ANNA, ¿verdad?