Landros, Johnny y Largo seguían discutiendo sobre el itinerario de sus visitas a diversos países del mundo, cuando en la tele comenzaron a televisar el desfile militar propio del Día de la Hispanidad.
- Qué tiempos... - Largo suspiraba. - Os acordáis de cuando el Día de la Hispanidad era un día 12 de octubre?
- Sí... no sé de quién sería la brillante idea de cambiarlo a un día 29 de febrero... - Johnny tenía toda la pinta de estar decepcionado con aquella decisión.
- Bueno, Zapatero tuvo muchas ideas bastante conflictivas en lo que a política se refiere. Ahora, como director deportivo del Albacete, lo está haciendo bastante mejor. - El cínico tono de Landros resultó sospechoso. - Ha conseguido que el Albacete baje a 3ª regional... un logro, desde luego.
- Sí... menudo inútil. Y lo del himno? Cómo se le ocurre cambiar el himno de España? Ya no sólo ponerle letra... si no encima cambiar la melodía... espera espera! que está sonando, callad, callad... - Johnny empezó a reírse en bajo.
En la tele comenzó a escucharse el nuevo himno:
Tenemos un borracho al que hay que llevar a casa
Tenemos un borracho al que hay que llevar a casa
Tenemos un borracho al que hay que llevar a casa
Tenemos un borracho al que hay que llevar a casa
Se me aplastan los pulmones al no poder tomar aire,
cada vez que comienzo a recitar mis largas frases...
No puedo respirar y tengo sensación de asfixia,
...
- A mí me gusta. Es un clásico. - Largo sin duda adoraba ese himno. Desde su incorporación había desarrollado un exagerado sentimiento patriótico.
- Al loro con la bandera. - Johnny seguía criticando cada uno de las nuevas incorporaciones de la nación. - "La bandera de la paz"... sí, claro... es la bandera del orgullo gay, por Dios!... en serio... Zapatero es un inútil. Somos el hazmereír del universo desde que tomó las riendas de este país.
- Esperad, que ahora sale la unidad especializada de infantería ligera... desde que hicieron cortes de presupuesto, los tirachinas son de las armas más sofisticadas que nos quedan en el ejército.
- No, no... tío, que tenemos catapultas para el apoyo pesado.
- Tío, pero a ver... en realidad tenemos más cosas, lo que pasa es que por miedo al terrorismo sacan a pasear sólo a las unidades que menos peligran.
- Claro... desde cuándo tenemos una jauría de lobos como batallón de asalto? Van armados con lanzacohetes!
- No, no... son secadores. Es por si se mojan en batalla. - Largo era un experto en sistemas de armamento militar.
- Buah! ésta es la parte que más me gusta... ELEFANTES DE GUERRA!... Qué os parece? Se los compramos a Irán. - Landros aportaba un comentario histórico a cada unidad que desfilaba. Su pasión por la historia no conocía límites. En numerosas ocasiones había vendido su cuerpo a la anciana bibliotecaria de la Biblioteca Nacional para poder ampliar sus conocimientos. Sus viajes por el mundo le habían motivado a reconstruir, al menos en espíritu, la Biblioteca de Alejandría, aunque por falta de fondos le denegaron el permiso y tuvo que conformarse con una librería que al poco tiempo le vendió al multimillonario Zipotten.
- Troncos... vamos a estar viendo esta mierda hasta el final? - Johnny no tenía pinta de querer estar mucho más tiempo aguantando aquel circo. - Mañana trabajo y me desesperaría haber perdido mi tiempo viendo una mierda de este calibre pudiendo aprovecharlo para hacer mil otras cosas.
- A ver Johnny... eres el mejor comentarista de fútbol de España, tienes pasta para permitirte un crucero por el caribe. Tu famosa frase "... regatea como ama de casa en las rebajas" se ha convertido en un mito en todo el mundo. Lo han traducido a 27 idiomas!... Joder! puedes perder media hora de tu valiosísimo tiempo!, en serio... eres rico y todavía te quedan muchas cosas por hacer... - Largo se sentía ofendido. Su amor por la madre patria no conocía límites y Johnny tenía tendencia a burlarse de todo aquello. - Al menos déjame continuar viendo el desfile hasta que pase el escuadrón de águilas imperiales equipadas con retrocañones de plasma.
- Qué hacían las águilas? Para qué sirven en batalla?
- Bueno... sustituyeron a las bengalas.
- Oye, en serio... esto es muy triste... vamos a hacer algo... - Johnny seguía insistiendo.
- Qué os parece si llamamos al resto y nos vamos al nuevo balneario que han abierto... a los baños turcos esos... o lo que sea... no sé exactamente qué es... pero tienen sauna, piscinas de esas con cataratas, agua caliente por un tubo, sala de masajes... - A Landros se le iluminaba el rostro mientras proponía la idea.
- No es mala idea. - Johnny parecía satisfecho.
- Ok, invitas tú, que yo no tengo dinero. - Largo solía tener problemas económicos. En la empresa no le pagaban bien y su alquiler le salía bastante caro.
- Tío, Largo... llevas doce años de practicante en tu empresa... no crees que va siendo hora de buscarte algo mejor? Por Dios... llevas viviendo en un piso de cuarenta metros cuadrados desde que tenías 21 años!
- Ya, tío... pero esque no hay puestos libres... a mí me gusatría hacer otra cosa, pero...
- Largo! cojones! Llevan tomándote el pelo desde que empezaste a trabajar! - Johnny ahora adoptó un tono más duro y agarrando del brazo a su amigo comenzó a agitarle con fuerza. - No ves que estás haciendo el trabajo de un director general pero cobrando trienta veces menos?
- Sí... bueno... tienes razón. Voy a tener que ir despertando...
- Pero esque ya no es sólo que tengas poco dinero, tronco... te gastas el 70% en bebidas, así es lógico que no te quede nunca dinero para más... - Landros conocía perfectamente la situación económica de su colega.
- Bueno, bueno... basta de charlas... vamos al puto balneario y nos despejamos un poco. - Largo se había cansado ya de los consejos paternos de sus amigos. - Vale que seais mis mejores amigos, pero de ahí a convertiros en mis padres os queda bastante.
- No. No creas. - Johnny sonreía. - Con la nueva ley que introdujo Zapatero es bastante fácil.
Largo suspiró y apartó la vista de la tele.
- Bueno, es suficiente. Vámonos. Llamad al resto a ver si quieren venirse.
- Por qué no llamas tú? - Johnny estaba cansado de ser siempre él quien llamaba a los demás.
- Tengo la cuenta en números rojos. Pero son números de cinco cifras. Como comprenderás no estoy muy cómodo con la situación, asíque... por favor, llama tú.
Sacando el móvil de su bolsillo Johnny comenzó a marcar números mientras agitaba la cabeza "Nunca aprenderá...".
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1 comentario:
Aunque con este capítulo me he reído como el demás, debo advertirte de que estás perdiendo un poco el rumbo. En los primeros tres capítulos habías definido un Universo muy interesante, con sus toques humorísticos pero más o menos creíble. Sin embargo, cada vez vas estirando más a los personajes, y creo que ha perdido mucha credibilidad. Tenlo en cuenta. ;)
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