miércoles, 20 de junio de 2007

Capítulo 27: La máscara

"Madre de mi vida, qué dolor de cabeza!!" Jack ni siquiera había logrado abrir los ojos. Estaba tumbado sobre una superficie bastante cómoda. No recordaba bien cómo había llegado hasta ahí, ni siquiera dónde estaba. De momento sólo sentía un tremendo dolor de cabeza y notaba que todo le daba vueltas.
- Dios... uff... esto es horrible... - Jack se agarraba la cabeza con fuerza mientras intentaba incorporarse ligeramente para ver dónde estaba.
Lentamente abrió los ojos. Al principio no veía nada. El efecto de todo lo que bebió la noche anterior aún no había pasado del todo.
- Mierda... no veo un cojón... - Frotándose los ojos trató de abrir los ojos todo lo que se lo permitían los párpados. Para su sorpresa se encontraba en una habitación de grandes dimensiones. Estaba iluminada con una tenue luz rojiza y las persianas parecían estar todas bajadas. Notaba como aún le daba vueltas todo el cuerpo. - Buff... estoy a punto de vomitar... dónde coño habré ido a parar?
Tras unos segundos respirando a fondo tratando de recuperarse un poco se dio cuenta de que no era su cabeza la que daba vueltas... sino toda la habitación... más bien... la cama! Se trataba de una maldita cama giratoria de tamaño espectacular. A su lado, tras otros pocos segundos de calma escuchaba una respiración bastante débil. "A quién me habré tirado esta vez?... espero que no haya vuelto a cometer el error de llevarme por delante a Paris... por décima vez... sería horrible... la de veces que he tenido que ir al médico por esa gilipollez..."
Forzando algo la vista Jack observaba el bulto que la gruesa sábana formaba a su lado. La intriga le devoraba por dentro y, sin embargo, no se atrevía a destapar a la fémina por no encontrarse con otra desagradable sorpresa.
Mientras pensaba en qué hacer Jack se giró hacia el otro lado de la cama. Su intención ahora era salir de esa habitación e ir a baño a refrescarse sin armar ningún escándalo, asíque lentamente bajó un pie al suelo.
Antes de tocar el mármol o la alfombra que yacía al borde de la cama su pie topó con otra extraña superficie. Jack se sobresaltó un poco, pero mantuvo la calma. Mirando el suelo descubrió que había otro ente acurrucado sobre la alfombra.
"Qué huevos!... dos??... quién coño será ésta??!!" Mientras su visión se adaptaba a la tenue luz Jack comenzó a recordar escenas de aventuras pasadas, tratando de acordarse de alguna fémina que pudiese haber caído nuevamente en sus sucios trucos.
Tras unos minutos Jack aún no había caído en quién podía haber sido, sin embargo ahora parecía reconocer al sujeto con más facilidad. Sus ojos ya se habían acostumbrado y poco a poco aquel montón de huesos tenía toda la pinta de empezar coger forma. "... pelo corto?... y qué huevos es eso que lleva en la cabeza?"
El sujeto estaba completamente desnudo. Tenía bastante vello en la espalda para ser una mujer. Estaba tumbado mirando al suelo, de forma que no podía verse su cara. Jack trató de girarla con cuidado de no despertarla.
Poco a poco el cuerpo empezaba a girar sobre sí mismo y Jack ya podía verle la cara.
"MIERDA!". Se trataba de Jorge. "Qué cojones hace este tío aquí?!". Mientras intentaba recordar cómo habían llegado hasta aquí, Jack observaba el artilugio que Jorge llevaba en la cabeza.
"Será que nos hemos tirado a una misma mujer?... lo del trío parece que sí ha funcionado..." Ligeramente más tranquilo Jack tomó aire. Estaba convencido de que todo había sido como una noche cualquiera. Aún no entendía a qué venía el extraño aparato que Jorge tenía ajustado sobre la boca, pero sabía que debía tratarse de algún tipo de juguete sexual. "A las mujeres les encanta vernos hacer tonterías de estas...". Jack sonreía. Le resultaba raro ver a su amigo con una pelota de tenis en la boca atada con correas de cuero con pinchos de metal. Ahora Jack también vio las esposas. "Madre mía...". La chica debía ser una fiera. A Jack comenzaba nuevamente a corroerle la curiosidad. Quién era esa mujer tendida sobre la cama giratoria? Cómo era posible que no se acordara de nada?
El suelo estaba lleno de latas de "Locura" y colillas, ropa de toda clase, entre prenda y prenda Jack descubrió 2 tangas de leopardo. "La madre que les parió... esto es asqueroso..."
Sin poder aguantar más Jack se abalanzó sobre la cama y destapó al individuo. Poco le sorprendió ver que no llevaba ropa, visto lo visto aquello era lo normal. El shock se lo causó descubrir que este sujeto tampoco era una fémina, de hecho, era un ser corpulento y llevaba una máscara de cuero negro que tenía una cremallera metálica a la altura de la boca. "Qué clase de mierda es ésta?!, en qué coño me metí yo anoche!" Desesperado Jack empezó a coger su ropa. Mientras se vestía el sujeto que yacía a su lado comenzó a despertar también.
- Mmm... qué dolor de cabeza... necesito una copa... - La voz del individuo le resultaba tremendamente familiar, pero Jack no se atrevió a emitir ningún sonido. - Dónde coño estoy?
Jack permanecía inmóvil por miedo a ser descubierto. Para su desgracia, los gritos del enmascarado estaban despertando a Jorge, quien ya trataba de abrir los ojos. Jack estaba perdido, lo sabía. Ahora todos se enterarían de la verdad. Tenía que hacer un pacto de silencio con ambos individuos si quería mantener su reputación a flote. "Como esto llegue a oidos de Johnny o Largo me enviarán al hermano del Largo a que me desmonte... tengo que evitar que se enteren".
Con un fuerte grito y tirando de todos los lados de su máscara Banyo se incorporó en la cama.
- Dejadme salir! Os mataré a todos! Hijos de puta!! - Aparentaba estar nervioso. - Zanzor, te denunciaré! Hijo de la gran puta!
"Zanzor?" Jack no entendía nada.
- MMM! - Jorge trataba de gritar, pero el aparato que llevaba en la boca le impedía articular palabra. - MMM!!!
- Mierda... Jorge, quítate eso... - Jack había dado por perdida la posibilidad de huir sin ser visto. 
Ahora tenía que enfrentarse a la cruda realidad. - Escucha, Jorge... creo que tendremos que preguntarnos entre nosotros lo que ocurrió anoche... recuerdas algo?
- Jack, eres tú? - El enmascarado seguía peleando para sacar la cabeza de la máscara. No se le entendía bien debido a que la cremallera de la boca estaba cerrada, sin embargo la voz se podía reconocer perfectamente.
- Banyo, quítate esa mierda, me estás dando miedo. - Jack estaba aún en estado de shock, pero se iba recuperando poco a poco. - Recuerdas algo de anoche?
- Sólo que Zanor estuvo repartiendo latas de Coca-Cola a diestro y siniestro, y que luego nos emborrachamos... finalmente creo recordar que nos veníamos nosotros 4 y Zipotten a la casa de Zipotten. - Banyo ya casi había logrado desprenderse de la máscara.
- Ésta es la casa de Zipotten? - Jack miró a sunalrededor. 
Ahora empezó a fijarse con más detenimiento en los detalles: 
había símbolos de masculinidad repartidos a lo largo y ancho de toda la habitación. - Por qué cojones hemos venido aquí? Y Zipotten?
- Zanzor y él se emborracharon juntos, aún no sé bien por qué... y Zanzor propuso continuar con la fiesta en la mansión de Zipotten.
- Pero dónde está Zipotten?
- No lo sé. Supongo que entrenando en la azotea. Según tengo entendido hace yoga sentado en la parte más alta de su casa.
- Sigo sin entender nada... qué pasó aquí? Lo sabes?
- No muy bien... Zanzor insistió en que volvería pasado un rato y que nos fuésemos poniendo estas cosas... yo cuando me lo puse me quedé dormido... no sabía muy bien lo que estaba pasando pero todo me daba vueltas y parecía estar viviendo en un mundo de colorines lleno de hembras increíbles, ni un sólo hombre a excepción de Zanzor...
- Me suena...
- A mí también. -Jorge se acababa de quitar el aparato y estaba vistiéndose ahora. - Excepto que en mi mundo de colorines sí que había hombres, no sólo Zanzor si no otros rollo Brad Pitt vestidos en tanga de leopardo.
Jack trataba de disimular su cara de asco, pero a punto estuvo de escupirle a Jorge a la cara.
- Me largo. Voy a ver si encuentro a Zanzor... tiene que responderme a algunas preguntas. - Cogiendo su chaqueta de cuero y desprendiéndose de la camiseta rosa Jack se levantó, salió por la puerta y la cerró de un portazo, dejando a Banyo y a Jorge solos en la habitación.
- Oye... tú no... quiero decir... no recuerdas haber... o bueno... sabes si... joder... te duele algo? - Banyo trató de formular la pregunta sutilmente, pero el resultado fue algo violento.
- Qué?!

1 comentario:

Anónimo dijo...

siento decirte q ni tu eres tan genial como crees ni los demás somos como crees. Realmente me da pena que escribas estas cosas, por que o estas traumatizado o tienes un afán de protagonismo que no puedes con el.