Los días de fiestas se aproximaban. Los chiringuitos, la música, el alcohol, las mujeres, los hombres, la hoguera, los fuegos artificiales... Jack estaba ansioso. Sabía que aquél sería un gran año. Otros años, por la presencia de seres indeseables, las famosas "fiestas de Tres Cantos" habían resultado ser una enorme pérdida de tiempo. Este año no.
Este año las camisetas serían un éxito y los conciertos serían la
bomba del siglo. Jack estaba convencido de ello.
Mientras esperaba la llamada de su compañero Banyo, Jack extrajo una cajetilla de Marlboro y comenzó a fumarse un cigarro. Sonriente trataba de imaginarse el brillante diseño de las camisetas de este año.
Un sonoro timbre le bajó de su nube y al descolgar el teléfono un desproporcionado eructo le dio la bienvenida a la conversación.
- Quién coño eres?, enfermo! - A Jack le enojaba sobremanera que la gente le eructara en una conversación, más desde que el Largo estableciese como norma proyectar acideces a la cara de sus interlocutores y acompañarlas con los que él llamaba "elementos estimulantes de la conversación", para otros conocidos como "tropezones de chorizo".
- Huy, perdona... no sabía que habías cogido ya el teléfono... - La voz de Banyo podía distinguirse claramente, a pesar de que parecía haber regresado de entre los muertos hacía unos instantes.
- Hola Banyo. Estaba esperando tu llamada. Habíamos quedado en que me llamarías a las 10.00 y son las 11.40. Qué ha pasado?
- Nada. No me sonó el despertador...
- Ya... vale. Bueno date prisa en cambiarte, voy a recogerte ahora. - Jack colgó el teléfono y se dirigió hacia el garaje para coger su coche y salir a gran velocidad en dirección de la casa de su amigo.
Tras unos pocos minutos Jack llegó a su destino. Aparcando el coche en doble fila se dispuso a apagar el motor y a bajar del vehículo cuando, de repente, Banyo apareció a la vuelta de la esquina de su portal con una botella de Brugal a mitad bajo el brazo y vestido en albornoz y zapatillas de andar por casa.
Antes de que Jack pudiese decir nada Banyo se abalanzó sobre el coche, haciendo que se tambaleara. Rápidamente se montó en él y gritando comenzó a ponerse el cinturón y a señalar la dirección por la que había venido corriendo.
- Rápido, acelera! Nos persiguen!!
- Banyo... quieres explicarme qué cojones estás haciendo así?
- No hay tiempo, acelera!
- Pero... - Antes de que pudiera acabar la frase dos agentes de policía y un hombre con apariencia de tabernero desquiciado asomaban a la vuelta de la esquina. Tras señalar el vehículo en el que se encontraban comenzaron a correr hacia ellos a toda velocidad, porra en mano.
- Acelera, cojones!
Jack metió marcha y aceleró todo lo que pudo para salir de allí a toda velocidad, no sin antes llevarse por delante al inocente tabernero.
- Aaaagh! Qué asco, ahora tendré que limpiar el coche... mira cómo me lo ha puesto todo de sesos! - Jack parecía enojado.
- Me perseguían desde hace ya un rato... había ido al bar a desayunar y...
- Banyo... te has llevado esa botella del bar?
- Esque en casa no me quedaba y...
- Banyo, espera... quiero decir... has robado esa botella?
- Bueno, robar, robar... no me pusieron ninguna pega en ponerme todo el desayuno que les pedí... a mí me sorprendió que no me dijeran nada, pero cuando me iba a ir el nota me dijo que quería no sé qué de euros...
- Creo que es habitual...
- Pues que le den...
Jack agitaba la cabeza. "Menudo inepto..."
- Habrás encargado las camisetas al menos, no? - Mientras se sacaba otro cigarro del bolsillo Jack miraba por el retrovisor en busca de alguno de esos cerdos de azul.
- Yo no, lo hicieron Beto y Pitorrín, pero vamos... deberían tenerlas listas... según he oído son la bomba.
- Lo sé, eso escuché.
Pocos minutos después llegaron a la tienda y Jack aparcó nuevamente en doble fila.
- Entra tú a por ellas Banyo, no quiero que me pongan una multa.
- Ok. - Banyo salió del coche y entró en la tienda.
Tras largos minutos de espera, Banyo salió con dos cajas de cartón bajo los brazos.
- Tienes todas?
- Sí, están todas. Vámonos a casa y nos las probamos.
Nuevamente Jack encendió el coche y pisando a fondo abandonaron la calle.
- Por qué este año habéis elegido esta tienda y no aquella a la que íbamos siempre?
- No me preguntes... fue cosa de los otros... - Banyo sacó la botella y dándole un largo trago volvió a guardarla en su bolsillo. - Habrá que preguntarles a ver por qué...
- No es habitual comprar camisetas en una tienda del "orgullo" en Chueca, sabes?
- No me lo digas a mí, yo no elegí el sitio.
- Vale, vale. En cualquier caso el próximo año propondré yo el lugar.
- Bueno... lo que tú digas... de todas formas aquí las tenían de buena calidad.
- Las qué, por Dios, Banyo, las qué?! - Jack miró a su amigo con cara de susto.
- Joder las camisetas, qué va a ser...
- Uff... claro, claro... sí... jajaja, qué tonto de mí...
Después de unos minutos Jack detuvo el coche en la puerta de su garaje. - Ve subiendo, ahora voy yo.
- Ok. - Banyo cogió las cajas y su botella y salió del vehículo.
Jack se adentró en el garaje y tras estacionar su vehículo en la plaza de aparcamiento comenzó a ordenar su coche. Odiaba el desorden y cada vez que su amigo pasaba por donde fuera podían compararse los destrozos a los que causaba un huracán. Era increíble.
No tardó en arreglarlo todo y tras echarle una sonriente mirada a su preciado coche entró en el ascensor. Al abrirse las puertas del ascensor Jack pudo escuchar los agónicos gritos de su compañero que venían, para la sorpresa de Jack, de la dirección contraria de la que se encontraba su piso. "Dónde cojones se habrá metido".
Metiendo su mano en el bolsillo, esperándose lo peor, Jack se acercó rápidamente a la habitación de la que venían los gritos. Al llegar, la puerta estaba abierta y Banyo saliendo por ella, arrastrándose como una lagartija coja.
- Qué coño haces aquí??
- Me he equivocado... esta señora casi me mata con la plancha...
- Joder, Banyo... eres un inútil... vamos a mi casa, que aún tenemos que probarnos las camisetas y organizar el chiringuito de las "sanas juventudes de Tres Cantos"... ya sabes... ante todo ser partícipes del movimiento que nuestro político corrupto favorito inició en su día... para sacarse una pasta y colarse en el ayuntamiento gracias a nosotros...
Banyo siguió a Jack a su habitación y tras un largo silencio en el que ambos estaban tirados en el sofá se dirigió a su compañero tratando de parecer sobrio:
- Bueno... voy a probarme esto... ahora me dices qué tal me queda...
- Pero inútil, tendrás que quitarte el albornoz para poder ponerte la camiseta, no?
- No, esque no llevo nada debajo... si quieres lo hago pero...
- No, no... déjalo, mejor pruébatela por encima.
Banyo sacó su camiseta de la caja y, como acordado, comenzó a forcejear para poder ponérsela por encima. Tras unos minutos de intensa pelea con la prenda en cuestión, Banyo logró colocársela correctamente. Mirando a Jack preguntó:
- Qué te parece? Están guapas, no?... mira, aquí dice eso de "nos faltan 2 para hacer un trío" y por detrás...
Jack estaba estupefacto. El impacto que esa visión le había causado hizo que su boca quedara bloqueada y completamente abierta. El cigarro se le cayó y a punto estuvo de prender la alfombra.
Tuvieron que pasar 5 minutos para que Jack pudiese reaccionar.
- Oye... escucha...
- Dime... te mola?
- Mira... esque, creo que ha debido haber un malentendido... cuando yo dije "rojo con letras negras" me refería a "rojo con letras negras", no a "rosa con letras azul cielo"... entiendes?... Aparte de eso... qué son esos dos agujeros a la altura del pecho? Desde cuándo... aaagh! Dios... no me digas que son para los pezones!!! pedazo de pervertidos!!! DIOSSS!... tengo que vomitar... esto es asqueroso...
- Pero joder... si esto mola... mira... es una camiseta ajustadísima, tremenda para mostrar pectorales... y encima no tiene mangas... no te mola?
- NO! ES UN ASCO!
- Pero entonces aún no has visto lo mejor... según me habían dicho le habían marcado una flecha que señalara nuestras partes íntimas diciendo "prueba esto". Es tremendo, lo que pasa es que aún no lo he encontrado... se habrán olvidado de ponerlo...
- No, Banyo... no se han olvidado... lo que pasa es que la flecha y el texto que mencionas está POR DETRÁS DE TU CAMISETA!!!
- Ah... vaya... entonces a qué señala la flecha? No se suponía que señalaría nuestras partes íntimas? Me parecía una camiseta graciosa.
- Banyo... eres un inútil. Yo paso de esto... ahí os quedáis...
- No, Jack, tío... será divertido... vamos, tronco... si encima tenemos nombres personalizados... mira tu camiseta, verás! - Sacando de la caja otra de las camisetas, Banyo le señaló la parte superior del reverso de la camiseta. - Mira.
- "Jackie-Flower"?... Mira, es definitivo... paso de esta mierda... que os den por el culo.
Sacando otro cigarro de su paquete, Jack salió por la puerta y la cerró de un portazo.
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